martes, 6 de octubre de 2015

La entrada Hater.


De vez en cuando me da por sacar mi lado hater interior (para el que no conozca el término "hater" viene a significar "odiador" y es alguien «que odia, que aborrece», en este caso algo así como mi lado oscuro (para mas información os dejo lo que dice la Wikipedia)). Hoy es uno de esos días, voy a odiar un poquito, con vuestro permiso, sobre las cosas que me vayan viniendo a la cabeza.

 Odio que a la entrada y alrededor de los parques de columpios esté el suelo lleno de colillas, vale que se fume, pero al menos se podría intentar tirarlo más lejos, los niños más pequeños y en concreto el mío le llama la atención esas cosas naranjas que hay por el suelo y quiere cogerlas para jugar con ellas.
 Odio aún más encontrar esas colillas dentro del parquecito. Grrrrrrr.
 Odio cuando no encuentro cambiadores más que en los servicios de mujeres, yo me meto a cambiar al niño igualmente porque no me queda otra pero los padres también tenemos derecho a cambiar a nuestros hijos sin molestar la intimidad del sexo contrario.
 Odio las etiquetas, una cosa es describir a alguien y otra es etiquetar y martirizar a esa persona (niño o adulto) constantemente, sé lo que es tener alguna etiqueta y realmente te marca el camino a seguir para bien o para mal.
 Odio los portazos que dan mis vecinos cada vez que entran o salen de casa, tal es la fuerza con la que golpean que un día nos encontramos la mirilla de su puerta desparramada por el suelo, hay que ser borrico para que la mirilla salga disparada y se reviente.
 Odio quedarme sin inspiración, ya sea para escribir el blog, para mantener un buen debate o para componer alguna instrumental cuando hacía música.
 Odio que la gente no recicle y/o que no ponga interés en hacerlo ¿Qué mundo queremos dejar a nuestros descendientes? Ya sé que por mucho que hagamos nosotros el mundo se irá a la mierda igualmente por las grandes corporaciones y demás, pero al menos pondré mi granito de arena por mejorar y además intentaré inculcárselo a mi hijo.
 Odio que el día no tenga 28 horas, así podría dedicar esas 4 horas extras a todo lo que no me da tiempo, aunque probablemente 3 horas las dedicaría a esas cosillas y 1 para descansar algo más.
 Odio cocinar, y a la vez odio no saber hacer gran cosa en la cocina. He de aprender a hacer cosillas sobretodo para cuando me toque quedarme con mi Pequeño Cavernícola cuando éste sea algo más mayor.

 Por este mes ya es suficiente, he desahogado un poco. Y vosotros ¿Necesitáis desahogaros de vez en cuando? ¿Coincidís en alguno de mis odios?

4 comentarios:

  1. Yo hace dos días quería arrancar cabezas, jeje. Luego se me pasó, que una es pacífica en el fondo.

    Yo coincido en algunas cosas: lo de las colillas (mis sobrinos vinieron un día emocionados a enseñarnos los 'tesoros' que habían ido recolectando por la arena), lo de que se escabulla la Musa y se marche con otro (la muy.... ¬_¬) y lo de los cambiadores.

    Con respecto a la cocina.... a mi es que me encanta, pero cuando te toque quedarte con él, piensa platos sencillos en los que pueda colaborar. La cocina va a acabar guarra perdida pero al menos os pasaréis un rato divertido (hacer una pizza casera, un bocadillo de colores, batidos de plátano....). La cocina con peques siempre mejora :p

    Un abrazo :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La verdad es que yo también soy muy pacífico, ayer mi enano llegó con una colilla que estaba dentro de una caseta en la que apenas cabía yo y que estaba dentro de un parque, a saber como llegó hasta allí, no creo que alguien la arrojase dentro...

      Lo de la cocina lo tengo que ir aprendiendo, aunque de las pizzas puede decirse que soy todo un chef :) Eso sí, seguro que con él es más divertido, como casi todo!

      Gracias por comentar.

      Eliminar
  2. Uff si yo me pongo en modo HATE no termino nunca, tremendo blog. Un saludo.

    ResponderEliminar

Theme designed by Feeric Studios. Copyright © 2013. Powered by Blogger
Ir Arriba