Cambios paternales.

Escena final de F&F 7.

 Estaba yo viendo la película de Fast & Furious 7 y me doy cuenta de que me emociona una escena en la que hablan Dom y Brian sobre cosas que han hecho y que eran emocionantes y/o valientes, Brian le dice que echa de menos las balas. A todo esto le suelta Dom.

 "¿Sabes que es lo más valiente que te he visto hacer?....... Ser un buen hombre para Mia, ser un gran padre para mi sobrino Jack. Todo el mundo busca emociones, pero lo auténtico es la familia. Tu familia."

 De repetir la escena para copiar el diálogo se me ha vuelto a poner la piel de pollo. En cualquier otro momento de mi vida, esta escena habría pasado sin más, apenas durará un minuto. El caso es que me ha emocionado, probablemente también influirá que he visto todas las pelis y conozco la historia, luego además hay una escena final que sale Brian con Mia y con su hijo jugando en la playa en la que se me saltó la lagrimilla y todo.

 El tema es que esto de ser papá me ha cambiado, ya no sólo al emocionarme con esas escenas que antes me habrían parecido pastelosas, si no en muchos aspectos. Por supuesto la responsabilidad ha sido el primer aspecto que ha cambiado en mí, pero las emociones, los sentimientos, el cansancio, el ritmo de vida, la salud... todo mi mundo ha cambiado. Por eso mismo he recogido algunos de los cambios que más he percibido (o han percibido y me comentan) para poneros una lista curiosa, evidentemente obvio los que van con el ser padre en sí como cambiar pañales, dar biberones o vestir a tu hijo...

• Como ya he mencionado antes, las emociones, o las situaciones/cosas que me hacen emocionarme. Antes podría ver una película con alguna escena bonita con niños/familia y pasar inadvertida y lo mismo con escenas chungas que ahora me emocionan. Otro ejemplo sería la peli de "El pianista" que vi el otro día, no hacía más que fijarme en los niños que sufrían.
• El sueño peliculero. Antes de ser un Papá Cavernícola era la Mamá Moderna la que se dormía nada más empezar una peli, aunque fuera ella quien sugiriera que la viéramos. Ahora soy yo el que no llega a ver un capítulo entero de una serie, yo diría que no llego al minuto 20 de capítulo despierto. Con pelis exactamente lo mismo.
• Los ronquidos. Antes sólo roncaba, por lo general, cuando estaba congestionado, y en invierno. Tras convertirme en papá ronco como un buen cavernícola todas las santas noches y por lo visto bien fuerte. Dicen que los ronquidos vienen dados por el cansancio y puede ser, no digo que no, pero habrá que buscarle una solución porque es la pescadilla que se muerde la cola, si roncas no descansas del mismo modo que si no roncaras.
• Madrugar. Madrugo, o al menos me despierto con la salida del sol, todos los santos días, ya sea fiesta, laborable, domingo o vaya usted a saber. A las 9:00 como muy tarde estoy en pie. Incluso en verano, de vacaciones, que nuestro Pequeño Cavernícola nos daba un respiro y dormía más de la cuenta, me levantaba pronto.
• Conocimiento del entorno. Como si de un juego de rol se tratase, he adquirido esta habilidad secundaria. Me conozco todos los parques, zonas de recreo, jardines, aceras, bordillos, pasos de peatones, semáforos, etc... de mi manzana y unas cuantas más a la redonda. Hago un examen de los columpios y podría ponerles nota en algún informe del ayuntamiento.
• Sigilo. En mi ficha de personaje he tachado unas cuantas casillas de sigilo. He mejorado mi habilidad para desplazarme por el pasillo sin hacer ruido, alumbrar con la linterna del móvil, conocerme donde suena el suelo depende de donde pises, abrir y cerrar puertas sin hacer ruido... Una larga lista de habilidades de subterfugio ligadas al sigilo, vaya.
• Oído aguzado. Mi oído es capaz de captar sonidos que antes pasaban inaudibles, antes apenas notaba que tenía vecinos y o se han vuelto muy ruidosos o lo hacen a adrede desde hace un año y pico. Al margen están mis vecinos de los portazos que son ya un clásico.
• Tolerancia 1 a la leche. Digamos que no la puedo ni ver, tenía tolerancia 0, con solo llegarme el olor podía vomitar y con ver el colorcito blanco se me revolvía el estómago. Ahora puedo verla y acercármela, aunque me sigue dando bastante asquito, pero bueno siendo por mi Pequeño Cavernícola hay que hacerlo.

 A parte de todo esto está el haber conocido el amor verdadero, sin menospreciar a mi señora Mamá Moderna, ni el amor que siento por ella. Como leí el otro día no sé donde (probablemente en Facebook o Twitter): "cuando te enamoras de tu mujer crees haber encontrado el amor de tu vida, pero es cuando eres padre cuando te das cuenta de que estabas equivocado, a partir de ese momento sabes lo que es el amor verdadero." Aunque también es cierto que el amor por la familia formada crece.

 Y vosotros ¿habéis tenido algún cambio diferente? ¿O quizá los mismo cambios? ¿Me dejo algo en el tintero? 

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Hoy me han mirado raro.

 Estaba yo sentado en el parque, en la arena, detrás del banco y mi Pequeño Cavernícola corriendo alrededor (agarrado o semi-agarrado, aún no se suelta del todo) del mismo para verme. Jugábamos a una especie de escondite porque yo estaba medio oculto detrás y él también se escondía y miraba entre las rendijas para reírse a carcajadas y yo con él.

 La gente pasaba y todos miraban, yo no miraba a los que pasaban claro, tenía que estar pendiente de mi chiquitín, que no se cayera, que no se diera con los tornillos del banco... Pero alguna vez me daba cuenta de que miraban y, aunque alguno sonreía, la mayoría miraba raro. Parece como si estuviera haciendo algo del otro mundo, un papá, solo, tirado en la arena, jugando con un niño de poco más de un año. 

 Lo normal debe ser estar sentado en el banco mirando el móvil porque es lo que hacía la mayoría a mi alrededor, exceptuando a otro papá que estaba sentado en el césped con su hijita jugando y dándole de merendar. A ver, yo miro el móvil también, no voy a decir que no lo haga, pero si voy a jugar en el parque con mi hijo me lo guardo en el bolsillo y ya está, ya lo miraré, si pasa algo importante ya me llamarán.

 Me dijeron algo una vez y se me ha quedado grabado. El concepto era que "aprovecha para estar el máximo tiempo posible al 100% con tu hijo porque crecen muy rápido y quizá cuando te quieras dar cuenta te hayas perdido muchos momentos por tonterías". Creo que tengo que mejorar y dejar el móvil más de lado cuando estoy en casa con él, pero en la calle, si estamos jugando o andando sí que suelo guardarlo.

 También me han mirado raro porque iba con mi Pequeño Cavernícola en brazos, cruzando por el paso de peatones y yo iba dándole mordisquitos o besos en el cuello y la mejilla, cosa que hace que se mee de la risa. De lo más gracioso, además que la risa a carcajadas de un bebé no suele pasar desapercibida. Pues durante el trayecto que he ido así (como unos 200 mts) la gente me miraba raro, mientras nosotros nos descoyuntábamos. Lo bien que lo hemos pasado eso no tiene precio.

 Pero, en serio, ¿es tan raro ver a un papá jugando con su hijo en el parque de cualquier manera? Seguro que hay muchos que lo hagan, pero debemos ser raros para generar tanta expectación entre los paseantes que por allí se daban cita. ¿Tan divertido es el móvil para pasar un gran rato en el parque así? ¿Tan aburrido es jugar en el parque con tu hijo? Si tienes que leer mi blog, hazlo en otro momento, aprovecha para jugar porque yo me lo paso pipa y espero seguir haciéndolo.

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El misterioso caso de la conciliación familiar.

 Antes de todo, para entender mas o menos algo del tema, os explico un poco los conceptos, permisos, etc... como yo los recuerdo más o menos que hace ya más de un año.

Definiciones y conceptos.

 La conciliación personal, familiar y laboral se puede definir como “la participación equilibrada entre mujeres y hombres en la vida familiar y en el mercado de trabajo, conseguida a través de la reestructuración y reorganización de los sistemas, laboral, educativo y de recursos sociales, con el fin de introducir la igualdad de oportunidades en el empleo, variar los roles y estereotipos tradicionales, y cubrir las necesidades de atención y cuidado a personas dependientes”.

 Permiso de paternidad. El permiso es actualmente de 13 días ininterrumpidos por paternidad de un hijo. En caso de que nacieran gemelos el permiso sería de 15 días ininterrumpidos y 2 días más por cada "regalito" adicional y es independiente y acumulable al permiso de 2 días por nacimiento de hijo (4 si fuera necesario desplazamiento). Es decir que por cada nacimiento "normal" (de un único hijo) tienes derecho en todo caso al menos a 15 días naturales de permiso retribuido aunque la madre no trabaje. Los 2 primeros se tendrían que disfrutar necesariamente con el nacimiento, pero los otros 13 los podrás disfrutar mientras a la madre le dure el permiso de maternidad o justo después de que éste acabe. Si la madre no trabajara, se harían las cuentas como si lo hiciera.

 Permiso de maternidad. En España, la baja por maternidad consta de 16 semanas que se deben disfrutar ininterrumpidamente y la ley permite que la madre ceda hasta un máximo de diez semanas de permiso al padre, siempre y cuando las seis primeras semanas posteriores al parto las disfrute la madre. Luego hay un montón de variables por baja laboral, subsidios...

Nuestro caso.

 La Mamá Moderna estaba trabajando durante el embarazo pero le cumplía el contrato antes de dar a luz, así que cuando fue a informarse sobre las prestaciones, la baja y demás en la TGSS le recomendaron que se cogiera la baja de maternidad antes de terminar el contrato para que siguiera cobrando y cotizando. Lo primero que hizo fue la baja laboral porque estaba sufriendo de la espalda y no podía apenas moverse como para desplazarse en transporte público 25 kilómetros hasta el trabajo. Adelantó la baja por maternidad en unas 3-4 semanas hasta que el Pequeño Cavernícola vino a este mundo.

 Yo estaba (y estoy) trabajando y mi empresa, en vez de esos 2 días, te concede 10 días desde el nacimiento del bebé. Dado que era verano y tenía vacaciones a la vista hice cálculos para ver cuando pedía los 13 días de la Seguridad Social. La cosa quedó en que me cogí los 10 días de la empresa, curré 4 días y empalmé la baja de la Seguridad Social con las vacaciones para hacer un total de casi 2 meses para estar con mi familia y estrenando paternidad. He de decir que esos 4 días que tuve que currar, aunque sabía que mi Pequeño Cavernícola estaba en buenas manos, fueron raros, sobretodo el primero y no por el trabajo, era la primera vez que me separaba tanto tiempo del chiquitín.

 A partir de ahí pasaron las vacaciones y dos meses después de nacer Saúl tuve que volver a la cruda realidad del trabajo. Mamá M. seguía disfrutando de la baja por maternidad durante un mes más. Los dos teníamos claro que no queríamos que nuestro cavernícola fuera la guardería tan pequeño, que mejor que estar en casa con mamá y papá y la familia cercana. Así que pasado el último mes de baja por maternidad tuvimos que trazar un plan maestro para poder seguir criando a nuestro hijo con nosotros.

 A mi mujer la llamaron a filas para currar pero se acogió al cuidado del niño para aplazar su incorporación. No obstante esto nos dejaba sin remuneración. Le faltaban unos días para poder pedir el paro y buscando, buscando, conseguimos encontrar la manera de poder cotizar esos pocos días gracias a unos grandes amigos que nos ofrecieron un cómodo trabajo desde casa. Siempre les estaremos agradecidos porque, indudablemente, sin ellos no habríamos podido criar a nuestro hijo con nosotros y cobrando lo necesario para adaptarse a todo ese aluvión de gastos de los primeros días. Tras estos días llegó el paro, y al final del todo la vuelta al trabajo por parte de los dos.

 Como he comentado antes, no queremos guardería, así que durante ese periodo en el que ambos coincidimos trabajando por la mañana nuestro pequeñín se quedó en las buenas manos de su abuela. Y alternando turnos de mañana y ahora últimamente de tarde nos estamos apañando entre la Mamá Moderna y éste Papá Cavernícola ayudados por las abuelas en el tiempo que pasa entre que uno se va a trabajar y el otro llega.

Conclusión.

A mi parecer (y creo que al de la mayoría de gente) la baja por maternidad es insuficiente y la de paternidad deja mucho que desear. Luego las ayudas y demás son complicadas y confusas, y las trabas que te ponen las empresas (sobretodo a las mamás) no son pocas. Espero que la cosa mejore en este sentido en este país ya que hay demasiada diferencia respecto a otros de la Unión Europea (como en tantas otras cosas...).

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Papás blogueros ¿Por qué?

 Un día mirando twitter como de costumbre vi un hashtag que me llamó la atención, ponía #PapaNoTeEscondas. Bueno, yo no suelo esconderme así que me interesé por ver que había detrás de aquel hashtag. Resulta que había (y hay) un mundo de papás blogueros muy interesante. Con este hashtag pretendían animar, cada uno a su manera, a esos padres que piensan que la crianza de sus hijos no va con ellos y a todos aquellos otros que quieren implicarse pero no saben como o que a veces se ven superados.

 Yo no entraba en el primer grupo, ya que siempre he pensado que la crianza de mi hijo va conmigo, así que me encontraba un poco en el segundo grupo. Esa necesidad de expresarse, de intercambiar opiniones, de contar mis vivencias y saber si era raro o común todo lo que nos podía pasar. De repente me encontraba hablando con mis compañeras de trabajo, con amigas, etc... del tema de la p(m)aternidad. Me veía, y me sigo viendo, atraído por este tema, me gusta compartir experiencias y como tenemos varias amigas con peques de la edad de nuestro Pequeño Cavernícola pues podía charlar libremente, compartir mis dudas, mis miedos, mis inquietudes...

 He de decir que me encanta debatir y, aunque no soy muy extrovertido, me gusta socializar, sobretodo con mis amigos y gente conocida. No suele importarme el tema cuando se trata de un debate o de una conversación interesante ya que suelo tener una opinión respecto al tema que se trate, y si no sé de que va el tema (cosa que no suele pasar) me mantengo al margen, escucho y me divierto. Dado el caso de que no hay muchos papás en mi entorno, y los que hay no suele gustarle ese tema de conversación (supongo que preferían evadirse un rato y aprovechar para hablar de fútbol, deporte, política, etc...), y como también me gusta leer y me gusta escribir, decidí sumarme a esto de los papás blogueros. La verdad es que está siendo una experiencia bonita y reconfortante, además de liberadora y entretenida. También estoy conociendo un montón de blogs relacionados con el tema muy interesantes, aunque no dispongo de todo el tiempo que querría para leer tantas publicaciones como hay, estoy recibiendo mucha información e ideas para un futuro.

 Así que solo puedo decir que hay una imagen generalizada del papá, un tipo que no se implica, que va más a su rollo, que se limita a "cumplir"... No me gusta, tampoco me gusta que cuando hago lo contrario, o sea implicarme como es debido y lógico, me llamen padrazo o me digan que soy un "papá 10" como me dijo una señora el otro día en un parque. Obviamente cuando me lo dicen no pongo mala cara ni digo una mala palabra, sonrío y sigo a lo mío. No soy un papá 10 o un padrazo, simplemente soy un padre comprometido con la crianza de mi hijo, hago lo que tengo que hacer, como puedo, y a menudo improvisando, que no siempre es la manera acertada. Y, además, ¿si quieres algo o a alguien no te implicas de verdad? Yo creo que sí, al menos en mi caso siempre ha sido así, para bien o para mal.

 Ya solo puedo decir, aunque la campaña del hashtag ya pasó, "papis" no os escondáis.

 Podéis seguir a #PapásBlogueros tanto en Facebook, Twitter o Instagram como @papasblogueros (o algo muy parecido) o en Papás Blogueros.

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El lado positivo.

 Uno de mis principales principios que quiero transmitir a mi Pequeño Cavernícola es el de buscar siempre el lado positivo de las cosas. Pienso que así todo puede llevarse mejor e incluso puedes encontrar la felicidad en un lugar muy triste. Hay quien dice que los malos momentos se olvidan, hay quien los recuerda para que no se repitan y hay quien (según las circunstancias) los recuerda para poder devolverlos. Yo no sé si se olvidarán o no, yo lo que creo es que no hay que olvidarlos como tal sino sacar el lado positivo a ese mal momento, a ese mal recuerdo, y transformarlo en un gran recuerdo.

 Por ejemplo, mucha gente te pone el no dormir cuando eres papá como un momento negativo, y bueno, no voy a decir yo que es la mejor parte. Yo recuerdo esas noches de cólicos de los primeros meses del Pequeño Cavernícola en los que, con mamá convaleciente y recuperándose de su cesárea, pasaba las noches en vela tranquilizándole en mis brazos, sentado en el sofá del salón mientras mi pequeñín conseguía calmarse y dormir. No, no son momentos maravillosos. Evidentemente, cuando lo estás viviendo, son días malos, duros, en los que parece que el tiempo no avanza.

 Al cabo de la noche o al poco rato, a pesar del cansancio y el sueño, conseguía ver el lado positivo ya que en esos momentos era muy feliz, porque estaba en paz con mi hijo en mis brazos, sentía como se calmaba conmigo, como dormía sobre mi pecho y como se relajaba escuchando el latir de mi corazón. Ese momento será inolvidable para mí y sé que con en tiempo no podré disfrutar de ese rato papá e hijo durmiendo, o al menos intentándolo, en posturas insanas en un sofá del salón durante toda la madrugada.

 Con esto quiero decir que intentaré transmitir este principio o valor, porque una actitud positiva creo, y estoy convencido, que te ayuda a mejorar en todo, tanto personalmente como en otros ámbitos como el familiar, laboral, etc... además tendrá una mayor autoestima. Yo lo llamo "positivismo" (aunque la definición de tal palabra se refiere a otra cosa) ya que una persona que piensa positivamente no es que se rehuse a reconocer lo negativo, sino que se rehusa a vivir con lo negativo y este hábito te ayuda a lograr lo que deseas en la vida...

 Y vosotros ¿Pensáis que es un buen principio, una buena actitud? ¿O sois más de Van Gaal y su "siempre negatifa"?

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La exquisitez de un Pequeño Cavernícola.

 Es curioso como los pequeños desarrollan sus gustos y como llegan a entender las cosas y los objetos. Tienen una inteligencia poco desarrollada pero adaptada a los tiempos que corren.

 Nuestro Pequeño Cavernícola ya le puedes dejar un móvil o una tablet que ya sabía como pasar de foto en foto antes de llegar a cumplir siquiera un año. Era muy gracioso verle con el dedito tocando la pantalla de arriba a abajo o de lado a lado, lo que no era tan gracioso era cuando acababa llamando a alguien o cogía una llamada cuando te llamaban y tu no te enterabas. Tampoco hace gracia cuando te estampa el móvil en el suelo, pero oye, es que eso de comprobar la ley de la gravedad le gusta un montón. 

 A nuestro Pequeño Cavernícola le encantan los aparatos electrónicos y si ve un mando a por él que va. Es curioso porque si le das un mando que no funciona o uno que le compró la abuela de juguete no le gusta, lo toquetea un poco pero rápido se da cuenta de que ese mando no es "el mando". Lo mismo pasa con los móviles, si le das un móvil antiguo, roto o de juguete te dice que "nanai", no se la cuelas.

 Otra capacidad fascinante es la de dejarte asombrado entreteniéndose con la tontería más grande que pueda. Ya podía llegar quien fuera con un juguete que hasta yo habría querido para mi, que el no le hace ni caso o en el mejor de los casos se entretendrá con alguna cosilla que tenga ese juguete, por ejemplo, le han regalado coches/camiones (hasta teledirigidos) y el se divierte haciendo girar la rueda o en caso de los que giran solos haciéndola para bloqueándola con el dedo.

 Por eso mismo os voy a dejar con Top 5 de los juguetes/peluches que más le han gustado y los 5 que menos durante este primer año.

 Top 5 juguetes molones.

• En el número 5. El pirata calamar juega y crece (Lamaze). Tuvo su época en que le daba mucho uso, sobretodo cuando empezaba a meterse cosas en la boca ya que tiene muchas texturas y durezas. Éste además lo compre yo mismo y bien de precio.
• Con el 4. Pocoyó Cuentoyó libro interactivo. Este tiene gracia porque se lo encontró un conserje del trabajo y yo al verlo le dije que si no lo quería yo me lo llevaba. Es un cuento de 3 páginas que se va narrando sólo aunque eso es lo de menos. Al Pequeño Cavernícola lo que le gusta es aporrear los personajes ya que hacen un ruido diferente cada uno.
• En 3ª posición. Giramigos (VTech Primera infancia). Un regalo que le hizo su tío, ha tenido y sigue teniendo mucho éxito. Le gusta mucho porque al pulsar la estrella todos los animales giran, además le gusta aporrear los animales (que cada uno emite su sonido).
• En el 2º puesto. Pirámide balanceante (Fisher Price). Aquí otra compra que hice yo mismo prácticamente al mes de nacer, lo vi en oferta y lo compré pensando en el futuro. Le gustaba tirarlos por ahí, luego le gustaba tirarlos y hacerlos rodar y ahora le siguen gustando. Aunque intenta meterlos y a veces lo consigue al final le gusta más tirarlos por ahí como buen cavernícola.
• And the winner is... Peluche Kiconico (Imaginarium). La Mamá Moderna lo tuvo claro desde antes de nacer, se lo iba a comprar para que durmiera con él. A día de hoy es su compañero inseparable, llevan juntos desde que Saúl durmió por primera vez en la cuna y siguen durmiendo juntos allá donde vayamos. El color fue elección mía, en nuestro caso el color chocolate.

 Top 5 juguetes aburridos.

• Puesto número 5. Muñecos enrollables de carro. Aquí no pongo enlace porque hemos probado varios y aunque a alguno le ha hecho algo de caso por lo general han acabado colgando casi arrastrados por el suelo. Tanto peluches como otros juguetes que se ponen en la barra del carro (véase volantes...)
• En la 4ª posición. Perrito electrónico de mercadillo. Sin enlace porque lo compramos en un mercadillo en la playa. El perro mola porque se mueve y hasta ladra (si se le puede llamar ladrido), incluso tiene una correa para que puedas pasearle, pero salvo algún pisotón al principio poco caso más le ha hecho.
• En el 3. Marioneta de dedos. Lo bueno es que me costaron algo así como 1€. Alguna vez muy al principio lograba entretenerle con ellos mientras comía pero ha acabado por no hacerles ni caso y se están dando de tortas en una bolsa.
• 2º. Charge & Drive, coche bomberos (Chicco). Un regalo de la abuela. Ha pasado de él totalmente, como mucho lo ha estampado pero a este ni tocarle las ruedas como a todos los demás coches. La verdad es no era fácil manejarlo.
• The Loser. Melody Tv Channel de Imaginarium. A ver, el mando es la leche, tiene para aprender los números y demás en cinco idiomas, tiene un led, sonidos... pero no es "el mando". Hemos acabado nosotros usándolo más que El Pequeño Cavernícola. Yo he conseguido hacer música con las voces chinas a modo de beatbox.

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A vueltas con el nombre.

La elección de un nombre para tu hijo o hija es importante ya que el nombre dice mucho de nosotros y de quienes nos lo han puesto, también de la sociedad, sus modas, historia y evolución, etc... Por eso dedicarle un tiempo a buscar y encontrar un nombre del agrado de ambos padres es necesario.

 En nuestro caso no nos costó demasiado ya que durante mucho tiempo habíamos dejado claras nuestras preferencias y en algunas coincidíamos. Los aspectos principales en los que llegamos a acuerdo fueron:

• Un nombre corto, a ser posible que no se le pudiera añadir un "ito", "ete"... y si se puede que no quede bien.
• Un nombre no muy común aunque tampoco extravangante. Aquí discrepamos un poco en el nombre de chica ya que yo de siempre me ha gustado el nombre de Arwen pero no coló.
• A ser posible que no fuera bíblico. Esto es complicado ya que hay multitud de nombres bíblicos, pero buscando se pueden encontrar, de hecho tanto yo como mi hermano no tenemos nombres bíblicos.
• Que no coincidieran con los nuestros. No nos gustaba desde un principio que nuestros hijos repitieran nombres así que en este aspecto fue fácil llegar al acuerdo, además intentar evitar el nombre de familiares cercanos.
• Que no fuera un nombre de moda. Y es que hubo un boom de Ikers, Izans, etc... así que éstos descartados.

 Así tras un tiempo pensando y charlando sobre los nombres que nos gustaban escogimos dos, uno para niño y otro para niña.

 Los nombres elegidos.

 Para niña. 

Empezaré por el que no salió, o sea el de niña. El nombre elegido fue el de Sara. Este nombre cumplía varios de los requisitos, es decir, es un nombre corto (aunque se le puede poner Sarita y no queda mal). Últimamente no es muy común escucharlo y a mí es un nombre que me gusta desde los tiempos del colegio. Es un nombre bíblico, aquí tuvimos que ceder ambos. No coinciden con los nuestros y además con ningún familiar ni amigo. No es un nombre de moda.

 En este caso estuvimos entre dos opciones Sara (que era mi elección) y Kirsa (la elección de la Mamá Moderna). No se como, debatiendo, llegamos a la conclusión de que el nombre sería Sara. A día de hoy para una futura hija hemos cambiado de opinión.

 Para niño.

 Al final fue niño y el nombre ya lo sabéis, el nombre elegido fue el de Saúl. Este también cumplía varios de los requisitos. Nombre corto (y no suena muy bien Saulito o Saulete (de hecho no lo hemos oído aún)), no es un nombre común y no es extravagante, es un nombre bíblico (aquí de nuevo tuvimos que ceder), no coincide con los nuestros ni con los de familiares y tampoco es un nombre de moda.

 Aquí no estuvimos entre opciones si no que fue una conjunción de nombres ya que a mi (tras eliminar nombres) me gustaba el nombre de Sergio pero no cumplía con varios requisitos y a la Mamá Moderna le gustaba Raúl y tampoco cumplía con varios requisitos. Hicimos una fusión de ambos nombres y salio Saúl.

 Para el futuro.

 Para un próximo hijo/a le seguimos dando vueltas a los nombres. El de niña ya lo tenemos claro y, como he dicho antes, hemos cambiado de opción. El de niño es el que estamos dándole vueltas aunque tampoco con mucho empeño ni prisas, que de momento no viene ninguno en camino.

 Y vosotros ¿Cómo elegistéis el nombre de vuestros hijos? ¿Sabéis como eligieron vuestros padres el vuestro?

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La felicidad de un padre.

 El otro día mirando el Facebook como de costumbre vi que los amigos de Planeando ser padres compartían una noticia que venía a decir que después del primer hijo el 70% de los padres son más infelices. Resumiendo un poco la noticia (ya corta de por sí) el dato es que durante el embarazo la felicidad aumenta pero una vez tenido el bebé la felicidad disminuye bastante durante el primer y segundo año.

 Bueno yo creo que puede ser que mucha gente no se haya preparado para lo que realmente viene y se lo encuentran de golpe. Está claro que tener un pequeñín da mucho trabajo y que puede que no hayas cogido un bebé en tu vida (como en mi caso) pero el reto se puede afrontar con optimismo o con pesimismo.

 En mi caso me fui preparando desde el día que supe que iba a ser papá, empecé a dejar de hacer cosas relacionadas con mis aficiones paulatinamente así no tendría que dejarlo de golpe. Aún así cuando llega el momento puede llegar a ser duro, más aún si la mamá ha sido intervenida quirúrgicamente o ha sufrido alguna complicación. No obstante yo siempre recordaré ese primer momento como uno de los días más felices de mi vida y en este último año muchos momentos han entrado en ese top.

 Para ser padre tienes que tener claro que el gasto va a aumentar, más aún si no podéis dar el pecho, que vas a tener muchas más responsabilidades, que vas a tener menos tiempo para ti puede que también menos tiempo para tu pareja y viceversa, que probablemente duermas menos horas, sobretodo al principio, que probablemente tengas que apoyar mucho a tu pareja por la depresión post-parto. Tendrás un bombardeo de sentimientos que en algunos momentos te harán llorar como nunca.

 Pero también tienes que saber que todo el esfuerzo tendrá su recompensa, que lo que te hace feliz cambiará. Todas esas cosas que antes valorabas no tendrán tanto valor. Una sonrisa de tu hijo te hará olvidar casi cualquier problema, te convertirá un día malo en un buen día. Aprenderás cosas nuevas al mismo tiempo que tu hijo, se te agudizará el oído cual Superman, tendrás ojos que no sabías que tenías, aparecerán unos reflejos que rivalizarán con los del mismo Casillas. Aprenderás a organizarte, a compaginar con tu pareja casi todo, las labores del hogar, los momentos libres, etc...

 Por lo tanto yo no creo que ser padre te haga infeliz o más infeliz. Depende más bien de tu mente, de como afrontes los problemas que te vas a ir encontrando, de como puedes manejar tus nervios y tu carácter ante momentos de tensión, el ser más feliz, igual de feliz o menos feliz. Si lo afrontas con optimismo todo será más fácil, además aprender siempre es bueno. Busca siempre el lado positivo de las cosas aunque a veces sea muy difícil, si no tras un tiempo lo acabarás viendo.

 En fin, si fuera la gente tan infeliz, nadie repetiría, y no creo que el 70% de la población (Alemana y Canadiense en el caso del estudio) tengan tan sólo un hijo. A mi y a la Mamá Moderna nos gustaría repetir y tener otro aunque a veces hay momentos duros que te hace replantearte la situación.

 Y vosotros ¿Qué pensáis?

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