Ya te he venido hablando estos días en los diferentes posts acerca de un cambio en todas las rutinas que habíamos establecido, de como con el cole algunas cambiaron pero que había otra que tras un mes de cole volvió a cambiar. Si me lees hace tiempo sabrás que siempre hemos tenido problemas con la comida en esta casa, he escrito varias entradas al respecto algunas incluso en forma de novela, pues bien, todo sigue igual y es que el Pequeño Cavernícola no come, aunque sí que coma algo.
Así que con el inicio del cole decidimos probar a apuntarle al comedor ya que tanta gente nos decía que seguro que allí viendo a los demás niños se animaría a seguir el ejemplo y acabaría comiendo. Yo fui reticente y la Mamá Moderna tenía algo de esperanza en que esto fuera así.
Y lo fue.
Los primeros tres días.
Durante esos días le pregunté a la encargada del comedor sí había comido y si había tenido problemas para que comiera, y salvo las complicaciones con la cuchara o similares había comido todo y de todo. Asombrados. Pero tras esos días cayó malo con un constipado y mi hijo cuando cae malo no come nada de nada, por una parte nos indica cuando le pasa algo de verdad pero por otra es complicado porque no quiere nada. Así que se puso malo y al volver al cole tras pasar algún día en casa le cogió el truco a las encargadas y adiós al comer.
Tras un mes en el comedor después de aquellos días malos resulta que había comido tres, algunos nada y otros "algo". Sin tener claro lo que era ese algo y lo que era haber comido, y total, para que coma tres días al mes y no saber cómo ni qué hemos acabado por sacarle del comedor y seguir sufriendo en casa para que coma algo, con lo que hemos tenido que cambiar rutinas, he tenido que adelantar mi hora de entrada al curro para salir algo antes y poder llegar a la salida del cole y acabar el día agotados pero sabiendo si come o no come.
Al menos, entre pitos y flautas, ya esta en 13 kilos y lo hemos celebrado.
Por cierto si crees que es una exageración que el peque no coma te invito un día a venir con nosotros, verás que apenas desayuna, si no quiere comer no come aunque le pongas algo que le guste mucho, la merienda más de lo mismo y de la cena ni hablemos, muchas veces aún teniendo hambre y pidiendo de comer se ha negado a comer, incluso poniendo lo que quería comer.
