lunes, 11 de diciembre de 2017

Comiendo huevos. De suegra va la cosa.


 Comienzo nueva sección en el blog, una de comiendo huevos porque todo el mundo sabe que cuando eres padre te toca comerlos. En esta sección hablaré de cosas que dije que no iba a hacer y al final por h o por b, por unas cosas u otras, las he acabado haciendo. Y para inaugurar esta sección qué mejor que aquella que me cansé de decir antes de ser padre, una que concierne a mi suegra, la frase o la intención más bien era que "yo al crío no le dejo con tu madre que me lo revoluciona y luego sale como sale".

 Pues bien, fue nacer el Pequeño Cavernícola y ya se me había olvidado aquella promesa, cómo son las cosas... No es que se lo dejáramos aquellos primeros días pero una vez en casa la que más venía a echar una mano era ella y si alguno tenía que descansar lo hacíamos tranquilos pues siempre estaba dispuesta a cuidar un rato de la paz de aquel bebé dormilón recién nacido y que no le faltara su biberón cuando le tocara.

 Poco a poco, con el paso del tiempo, el peque se quedó alguna tarde con la yaya mientras hacíamos la compra, limpiábamos a fondo la casa o íbamos a hacer algo en pareja que tan importante es y tanto hay que cuidar en esos primeros meses. Así hasta que llegó nuestro aniversario y, animados por ella misma, reservamos una noche en un hostal de un pueblecito de la sierra de Madrid. Aquella noche creo que le dimos más por saco nosotros preguntando cómo iba todo que el mismo niño.

 Así que me fui tragando mis palabras, pero con mucho gusto oye, ya que el peque adora a su yaya y ella a su nieto, y, bueno, qué sería de nosotros sin las abuelas hoy en día. Nos ha salvado de horarios de trabajo, de visitas a médicos, de reuniones en el cole... Tanto es así que a día de hoy es a la primera que llamamos a la hora de necesitar ayuda, incluso yo mismo la llamo ¡YO!

 Si te preguntas el por qué de mis palabras y si tengo algo contra mi suegra, te diré que no, estoy encantado con mi suegra y respecto a lo otro pues todo viene porque siempre he visto a mi sobrino con mi suegra y de pequeño se ponía muy nervioso y yo lo achacaba a cuando estaban juntos que la abuela le revolucionaba pero con el tiempo, y con la paternidad, entiendes que no era así y que no todos los niños son iguales.

 Primer plato de huevos que me he comido, y con gusto, habrá más en próximas entregas.

4 comentarios:

  1. Te vas a hartar de huevos jajajaja Yo quiero tanto a mi mujer que quiero más a su suegra que a la mía jajaja

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  2. Yo también vivo encantada con mi suegra. Me da mucha rabia que en su casa no la valoren como merece pero desde luego en mi casa deberíamos hacerle un monumento! Me quedo tranquila cuando Habi está con ella, se que es una persona resolutiva y lo mas importante: le encantan los niños, su nieta y se le da fenomenal.

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    1. Me encanta tu suegra y las historias que cuentas de ella, es importante estar tranquilo cuando dejamos al peque con alguien, a nosotros nos ha legado a echar de casa (el peque) para quedarse con la yaya XD

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