lunes, 23 de noviembre de 2015

Y las cosas se torcieron.


 Lo normal cuando uno va a hacer algo importante es ir preparándose con antelación para lo que sea que esta por venir, en el caso nuestro, que hablamos de paternidad, pues eso, nos preparamos para ser padre/madre juntos, teniendo unas expectativas de como vamos a llevar las cosas, como vas a tratar ciertos aspectos, etc... Luego, como tantas veces, nunca sale todo como esperabas, es por eso que voy a poner 5 cosas que se torcieron y no salieron como nosotros teníamos pensado, porque, oye, que nunca termina uno de estar preparado para todo.

 1. El sexo.

 Malpensado, el sexo del bebé, no el nuestro, que todos habréis pensado lo mismo... Llegada la semana 15 de embarazo me dijo la Mamá Moderna que nuestro Pequeño Cavernícola iba a ser una niña, yo le dije que no me fiaba, que lo normal es que se equivocaran en el primer pronóstico y que hasta la semana 20 no había que confiarse. Unos días después (o alguna semana) me llevó a la ginecóloga para que ella misma me dijera que si había dicho que era niña es porque lo era, pero a mi no me mostró nada que indicara aquello.

 Así que la Mamá Moderna se ilusionó, lo pregonó a los cuatro vientos y todo el mundo diciéndole Sarita a la barriga. Además me dijo que podíamos empezar a pintar la habitación, ella quería rosa y yo con la mosca detrás de la oreja elegí un color neutro (o más o menos neutro), el morado, que además tampoco hay que ceñirse a una escala de colores según sea niño o niña.

 Vamos, que al final fue un chaval, ya me le imagino en la barriga enfadado cada vez que le llamaban Sarita y ahora enseñando sus partes y diciendo "mira lo que tiene Sarita". Al final la habitación ha quedado morada y verde.

 2. El parto.

 Como ya sabéis al final no hubo parto, todo fue por cesárea, con lo cual ese momento que esperábamos que fuera tan bonito y que viviéramos juntos lo vivimos separados y de forma muy traumática. Obviamente todo salió bien y eso es lo que cuenta pero no deja de ser una cosa para la que no estábamos preparados, no llegábamos a concebir que se fuera a torcer todo antes de dar a luz.

3. Lactancia.

 Esto también lo he comentado ya en varias entradas. El caso es que por falta de información, por cansancio, por estar la Mamá Moderna que ni se podía mover, por no encontrarme yo en ese momento, por lo que fuera no pudimos darle el pecho a nuestro Pequeño Cavernícola. Te voy a contar lo que sucedió para futuros papás.

 La leche no subía y el Pequeño Cavernícola apenas se estaba alimentando, la Mamá Moderna se estaba agobiando y la abuela, que allí se encontraba en aquel momento, también. Hasta éste momento nos habían dado jeringuillas con un poco de leche para que comiera algo y no nos habían explicado bien como se ponen las pezoneras, no obstante es que no subía. Bueno, llegado el momento, esa mañana la Mamá Moderna pidió que trajeran un biberón con leche para que pudiera tomar algo, la enfermera dijo que entonces se tenía que tomar una pastilla para que la leche no le subiera, y se la tomó. A toro pasado, cuando llegué yo, le dije que hubiera hecho que se la tomaba pero que no se la hubiera tomado, esto es, que la hubiera tirado al water o donde fuera, porque ellas no están presentes para ver que te la tomas, y ya cuando suba que suba.

4. Dormir.

 Nuestro plan era tenerle con nosotros, en su cuna, pero al lado de nuestra cama hasta que tuviera el tiempo suficiente para que durmiera en su habitación. Al principio por los cólicos era imposible que durmiera en su cuna, acababa durmiendo en el salón conmigo, con mamá, con alguna abuela, con quien fuera. Cuando esa etapa ya pasó el problema pasó a la Mamá Moderna, era imposible que conciliara el sueño porque con cualquier ruido, con cualquier movimiento se despertaba. El médico le recomendó que tenía que descansar para recuperarse al cien por cien de la cesárea, así que seguimos durmiendo unos en la habitación y otros en el salón en la cuna de viaje o con su cuna depende de donde estuviéramos cada uno y como estuviera el Pequeño Cavernícola.

 Y así hasta que ya le pasamos a su habitación, no sé si a los 7-8 meses.

5. La comida.

 Vale que no le pudimos dar el pecho, pero es que encima no le gusta la leche. Primero empezamos a buscar biberones que le gustaran, luego que fueran anticólicos. Probamos los del Dr. Brown y al final acabamos con los de MAM (y seguimos usando los chupetes de esa marca). Luego llegó el tema de encontrar una leche que más o menos la tomara, que si Almirón, que si Nestlé, que si sin Lactosa, sin no se qué... La encontramos sí, pero nunca ha acabado por gustarle ninguna del todo.

 Luego con la alimentación complementaria igual, no le gusta mucho eso de comer a nuestro Pequeño Cavernícola, bueno, no le gusta mucho comer a la hora de comer porque picar entre-horas sí que le gusta. Hemos tenido que inventar mil métodos para que coma, más o menos lo hemos logrado. A día de hoy va por rachas, lo que sí es seguro es que tiene que estar entretenido para que vaya comiendo y tomarse su tiempo.

4 comentarios:

  1. Jo. Siento mucho lo de la lactancia U_U. Pero bueno, ahora estáis informados y ya no os volverá a pasar. A mi me da un poco de susto agobiarme, con las hormonas revolucionadas, y que aprovechen los abuelos para hacer lo que estimen conveniente....Lo bueno es que el Mozo ya está leyéndose libros de lactancia y parece que tenemos las cosas claras pero a ver como se desarrolla en el momento de la verdad...

    Con el resto.... tampoco podemos hacer nada. El sexo es el que es, el parto se desarrollará como tenga que desarrollarse, el tema de dormir ya veremos como se desarrolla y con la comida... bueno, yo soy de la opinión de que ningún niño se muere de hambre si tiene comida a mano (lo he vivido en los campamentos) así que ya comerá, jiji.

    Un abrazo :)

    PD: dicho queda mi comentario.... a ver en febrero cuantas palabras me tengo que tragar xDDDD

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    1. Jejeje bueno ya sabes, si te ofrecen una pastilla, la escondes, nada de tomarla. Lo del hambre yo también lo he vivido en campamentos que siempre he sido muy raro de comer y por ejemplo la leche ni olerla. Mientras tengas al Mozo al pie del cañón seguro que los abuelos no le torean, y lo de desenvolverse no te preocupes que te sale solo, la Mamá Moderna siempre lo dice que se quedó flipada al verme con el niño, cogiéndole vistiéndole...

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  2. Por mucho que se planee y se organice todo, nada o casi nada saldrá como se esperaba. Pero qué aburrido sería si todo saliera comos e espera no? La vida consiste precisamente en eso, en improvisar y en actuar en función de las necesidades de nuestros hijos (en este caso).

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    1. Pues sí, tienes razón en que a veces lo mejor se encuentra en esos momentos de improvisación, cuando te sale bien saboreas mucho más esa pequeña victoria.

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