Prohibido jugar.

 El otro día navengando por Facebook me encontré con una noticia curiosa pero que me pareció bastante positiva, la noticia era de mi ciudad, Alcalá de Henares, en la cual están sustituyendo los famosos carteles de "prohibido jugar (a la pelota, juegos que hacen ruido, etc...)" por unos más bonitos que pone "Juega respetando". esta iniciativa ha surgido de los propios niños (y adolescentes) que se reúnen cada dos semanas en una comisión de participación infantil. Si quieres saber más de la noticia puedes seguir este enlace.

 Personalmente me parece una idea fantástica, siempre es mejor animar con un mensaje positivo que con una prohibición y ¡qué leches! que los niños son niños y tienen que jugar y los parques y plazas están para eso, luego que si pasan demasiado tiempo frente a una consola o tablet si en la calle ya no les permitimos divertirse. El mensaje, además, anima a fomentar el respeto y, aunque sale una persona mayor y por lo tanto indica que se respeten a estas personas, yo lo extendería a respetar el entorno, plantas, animales...

 Pero claro siempre hay quien no lo ve bien porque los niños son unos salvajes que campan a sus anchas por donde y como quieren y suelen ser el mal de esta nuestra civilización. Para muestra una conversación que surgió en los comentarios de la misma noticia.

 Vaya, que al final los padres no tenemos ninguna obligación ni culpa de si nuestros hijos no saben lo que es el respeto, es más fácil pretender que se lo enseñen en la escuela y que nosotros no hagamos el esfuerzo de dar ejemplo, ya he hablado de ello en varias ocasiones como aquí o aquí por poner solo dos ejemplos. No, si nosotros no predicamos con el ejemplo ellos tampoco lo van a hacer, empezando por ahí, los adultos somos el principal problema porque si los niños están en la plaza molestando a nosotros no nos importa mientras nos dejen un rato en paz para hacer lo que nos de la gana, y vale, lo acepto porque, además, los niños no van a estar siempre con sus padres pero los valores se los aportamos nosotros (luego influyen más factores está claro pero en casa es por donde se empieza).

 Y como bien preguntó esta señora y más o menos le dije yo, quizá un niño no sepa lo que es el respeto si no le enseñan lo que es y por lo tanto no podemos esperar que lo haga y la culpa no será suya, no, él solo juega como sabe jugar y como juegan sus amigos. Yo de pequeño jugaba al fútbol en la plaza y cuando pasaba alguien parábamos para que pasara, si se sentaban las marujas en los asientos/bancos nos íbamos un poco más lejos y si por algún casual ocurría algún accidente pedíamos perdón y punto, también entendían que éramos niños y no lo hacíamos aposta.

 Vivimos en una sociedad en la que los niños estorban, les hemos creado zonas para su juego y divertimento y para tenerlos controlados mientras miramos nuestros móviles o tomamos una cerveza en el bar. No solo creamos esas zonas sino que además prohibimos según que juegos dentro de ellas y ya no te digo fuera. Creamos unos horarios, cada día pasan más tiempo encerrados haciendo actividades mientras dejan de ser niños, intentamos que se adapten a nuestro ritmo de vida...

 En definitiva, dejemos a los niños ser niños, nosotros lo hemos sido y sabemos lo que se necesita tanto si lo hemos tenido como si no. Eduquemos a nuestros hijos y no pretendamos que les eduquen otros, la educación es única y estrictamente cosa nuestra y somos los culpables de lo que hacen o dejan de hacer. Es más, eduquemos en positivo, con iniciativas como esta pero también en casa o en las escuelas, ya tenemos demasiadas prohibiciones de mayores, no pretendamos que tengan una infancia llena de ellas.

 Lo fácil es prohibir, lo difícil es educar.