miércoles, 28 de febrero de 2018

La paradoja temporal.


 Hola hijo, hace tiempo que no te escribo ninguna carta más allá de las cartas mensuales. El caso es que en estos días te observo y veo como vas creciendo, como aprendes cosas a un ritmo de vértigo y pienso que te vas haciendo mayor y me pongo triste, quizá sea el tiempo que está así, regulero, y eso influye. Hoy por ejemplo hemos estado pintando y ¡casi no te sales del dibujo cuando coloreas! Pero... pero... si hace nada solo hacías borrones, unos borrones preciosos que fui colgando por toda la cocina, eso sí. Increíble.

 Así que, aunque crezcas a este ritmo, me da por pensar y digo "bueno, aún tenemos esos ratitos que llevo disfrutando desde que eres bebé". Y es así, por ejemplo a la hora de dormir te sigo llevando a la cama, te acuesto, te doy un beso (aunque ahora también me lo das tú), te digo "te quiero, buenas noches" y me voy. También hay días que quieres sentarte un rato en el sofá, a mi lado, a ver los dibujos que vemos juntos y yo ya sé que quieres dormirte junto a mi, nunca llegas a ver ni cinco minutos y ese momento me encanta, intento aprovecharlo al máximo y al final pasa un buen rato hasta que te llevo a la cama. Siempre he dicho que algún día dejarás de hacer estas cosas así que hay que aprovechar cuando se puede.

 Otra cosa que hacemos hoy como ayer (de ahí el título) es la hora del baño, vale que ya no necesitas una bañera o una silla (o como se llamara aquel cacharro), pero seguimos pasando ese ratito juntos, jugamos con el agua, con los juguetes, te baño, te aclaro, te abrazo muy fuerte para secarte y lo disfruto. La hora de la comida, aunque no la disfrute porque muchas veces es un agobio, es otro momento que seguimos haciendo como ayer, sí, ya te desenvuelves con algunas comidas tú solo pero cuando necesitas ayuda allí voy a ayudarte.

 Lo mejor es que seguimos jugando juntos y pasándolo genial, igual que ayer, seguimos tirándonos al suelo a jugar, a hacer "el mamut y el cavernícola", o haciendo de Hulk y Superman. Ahora podemos jugar a más cosas que cuando eras pequeñito y una cosa que te gusta mucho, y a mí, son las tardes musicales en tinieblas: apagamos las luces, ponemos la música y una pequeña lámpara de colores que se ilumina al son de ésta, y así nos tiramos más de una hora recorriendo el salón bailando y jugando, tirados por el suelo, por los sofás, escondiéndonos...

 Hacemos puzles, construcciones, dibujamos, pintamos, leemos cuentos, jugamos con la tablet, vemos dibujos, jugamos a las cosquillas, nos reímos y nos enfadamos, claro, tanto tiempo juntos pasamos que alguna vez chocamos y, generalmente por mi culpa y el estrés acumulado, acabo perdiendo la paciencia. Aunque tú también tienes tu carácter y me dices un "vete" que me hace gracia y me entristece a la vez, pero bueno, al final siempre nos reconciliamos y seguimos jugando.

 Pase lo que pase, me enfade yo o te enfades tú, quiero que sepas que siempre te voy a querer. Siempre intentaré estar ahí para ayudarte, aconsejarte o apoyarte en lo que sea.

 Te quiero mucho.
 Papá.

2 comentarios:

  1. Crecen demasiado rapido.... Pero es tan bonito verlo y acompañarles... :')

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Claro, mientras nosotros lo veamos y lo disfrutemos es precioso y ley de vida, qué le vamos a hacer, nos hacemos mayores XD

      Eliminar

Theme designed by Feeric Studios. Copyright © 2013. Powered by Blogger
Ir Arriba