lunes, 7 de marzo de 2016

La guerra de la comida.


 Marcus estaba revisando los testimonios acerca del pequeño Jules. Habían pasado un par de meses desde que empezó con el caso y tan sólo había tomado notas acerca de la historia hasta el presente.

 Según lo que le había contado Kim, ya desde bebé no pudo tomar el pecho, lo intentaron pero nada, no pudo ser, no obstante tampoco le parecía una prueba definitiva de que esta fuera la causa de todo este embrollo.

 Una vez hechos sus padres a la idea de que no podrían amamantar a su vástago empezaron a buscar alternativas, pero realmente la única alternativa real era la llamada "leche de fórmula", ya que buscar a una señora que amamantara no parecía una opción viable. Pero claro, en este campo hay muchas marcas y fueron pasaron por varias porque una parecía no gustarle el sabor, otra le daba gases, tuvieron que usar una sin lactosa durante un tiempo por problemas estomacales, además unido a los cólicos fue una etapa un poco traumática para todos.

 Al final, como no podía ser de otra forma, dieron con la fórmula correcta. No obstante al pequeño Jules parecía no gustarle demasiado la leche y había que hacer ejercicios de paciencia mortales para conseguir que se tomará un biberón acorde a su edad/peso, casi siempre se tomaba menos de lo deseado. Pero no era preocupante porque se le veía bien, sano, alegre, contento...

 Tras el paso del tiempo y la introducción de la alimentación complementaria fueron reduciendo las dosis de leche que tan poco le gustaban. Parece que le gustaban más los purés/potitos de fruta, los yogures, los petit suise. Pero no todo puede ser un camino de rosas sin espinas y no tardó en hacerle ascos a comer de todo. Sus padres parece ser que hacían malabarismos para conseguir que comiera, le hablaban, le contaban historias, le cantaban, le ponían vídeos, le dejaban algún juguete, claro, el peso era preocupante, siempre al borde de los mínimos recomendados, por eso le "entretenían" con algo para que comiera más o menos decentemente.

 Así fue creciendo entre guerra y batalla, manotazo que va y manotazos que viene, hubo una etapa en la que el papá de la criatura empezó a hacer un pseudo-BLW a lo que parecía reaccionar bien. Le gustaba usar el tenedor aunque aún no tenía mucha pericia y se divertía comiendo él solo. No obstante como anteriormente acabo por dejar de gustarle comer, lo que ayer le gustaba hoy no y así hasta un poco antes de que llegase Kim al despacho para proponer el contrato.

 Jules había caído por debajo de la gráfica, concretamente estaba en el percentil -3, había sufrido un parón en el crecimiento y bajado de percentil en el tallaje también, lo cual eta muy preocupante y por eso Kim fue a buscar la ayuda de un detective profesional. Con mucho empeño y paciencia han conseguido que vuelva a sus percentiles habituales, aún así le han mandado unas vitaminas adicionales por si las moscas.

 Hasta donde sabía el bueno de Marcus con los percentiles no hay que obsesionarse, pero tampoco hay que ignorarlos, lo importante es que al niño se le vea sano y contento aunque no sea la panacea de la vida. Aún así es cierto que observó un comportamiento extrañamente raro en su brazo izquierdo cuando come, ¿puede ser que este poseido? ¿Será como aquella película o tendrá un servidor de Cthulhu en su interior?

 Estaba en un punto muerto en esta investigación. Quizá tuviera que recomendarles que vuelvan a probar con dejarle comer más comida sólida a su ritmo aunque vuelva a caer en los percentiles porque ayer, mientras Marcus observaba, Jules se comió una hamburguesa y media con patatas fritas y lo hizo con mucho gusto. Sus padres estaban felices y contentos, incluso hicieron alguna broma.

 Quizá si...

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