Creciendo juntos. Me gusta.

 Me encanta cuando te pones nervioso e intentas esconderte detrás de mamá o de la abuela cuando me ves llegar o cuando vamos por el garaje y te meas de la risa cuando voy corriendo y te pillo y te hago cosquillas. Del mismo modo que me encanta cuando te hago pedorretas y te doy mordisquitos en el sobaquillo o cuando tengo el bigote más largo de lo normal y te lo paso por los pies y nos reímos un montón y me pides que lo vuelva a hacer con un gesto moviendo tu bigote. También me encanta ese gestito que haces con la mano golpeando el suelo para que nos sentemos (yo, mamá, la abuela o algún niño, te da igual).

 Me derrito de amor cuando te veo jugando con otros niños en el parque, mirarles para aprender esas cosas de mayores que hacen, enseñando lo que tú sabes hacer a los otros niños más pequeños o de tu edad (más o menos), además, ¡qué leches! que me siento orgulloso de tus avances y aunque otros niños lo hagan también (o mejor que tú) da igual porque me gusta el hecho de enseñarles como lo haces. Me asombra mucho como estudias lo que hacen, te quedas mirando atentamente, ya puede pasar un buen rato que si es interesante no te apartas de ahí, es genial, y además es que son cosas que suelo hacer yo :) y que te parezcas un poquito a mi me hace ilusión (pero no se lo digas a mamá).

 Es delicioso recibir esos abrazos espontáneos, y de vez en cuando hasta algún beso, que me das sin venir a cuento, y también ver como le das esos abrazos a las nenas en el parque, aunque ellas, a veces, te ignoren o se vayan (la vida es dura hijo...). Es súper gracioso verte saltando por las alcantarillas, escalones o los dibujos del suelo, escucharte tararear canciones o ver como lees las letras y números que ves por la calle. También me mola mucho ver como haces los sonidos de los animales y me sorprende como eres capaz de reconocerlos por más que solo veas una simple silueta. ¡Qué capacidad!

 Hay un montón de pequeños gestitos que disfruto mucho y me encantan (y se que algún día los echaré de menos) como los pellizquitos que das en mi brazo o cuando jugueteas con mi uña cuando estás concentrado, como pides apa, el juego de repetir palabras, verte beber agua o escucharte (si es por la noche y está oscuro), ver como te emocionas y como dices aubaaaa o abuaaaa para expresar esa sorpresa, que te duermas en mis brazos, ponerte entre mamá y yo la cabeza y comerte a besos y ver como te gusta y te ríes, como nos ayudas a hacer cosas como colocar el lavavajillas. Todos estos gestitos y muchos más que me dejo, pero mi cabeza, hijo, es lo que tiene, que me vienen las ideas y recuerdos cuando no puedo apuntarlos.

 Ver como vas creciendo y al mismo tiempo aprender tantas cosas de ti es genial, papá y mamá somos muy afortunados de crecer contigo, te queremos un montón y nos gusta mucho que nos lo demuestres. Seguiremos viviendo esta aventura y seguiré escribiéndolo para que lo tengas para un futuro.

 Te quiero mucho.
 Papá.

 Imagen sacada de: enfemenino.com