Reflexiones en el parque.

 Ahora que bajo más a menudo al parque y que el Pequeño Cavernícola no siempre juega conmigo tengo tiempo de observar comportamientos y actitudes, cosa que siempre me ha gustado, eso de analizar. Y claro, uno de tanto analizar al personal pues se pone a reflexionar. Así que al igual que hice no hace demasiado con las reflexiones a la puerta del colegio voy a dejar unas reflexiones más o menos profundas sobre lo que voy observando.

 Voy a empezar por los niños que andan por allí haciendo el cabra y otros que no lo hacen tanto. Es una tontería de reflexión pero me causó cierta curiosidad y probablemente lo haya hecho yo de pequeño y todo el mundo pero...

 ¿Por qué juegan en pasado? 

 Es decir, uno le dice a otro "Tú eras un guerrero y estabas allí en la torre, y entonces venías para tal cosa..." ¿por qué no en presente? "Tú eres un guerrero y estás allí en la torre y entonces vienes para tal...". No se, el resultado es el mismo ¿o no? Algo se me escapa, y me quedé un rato observando y dándole vueltas... Si alguien puede arrojarme luz sobre el asunto que lo haga por favor, que estoy en un sinvivir.

 Tejados.

 En algunos parques veo que tienen instalados unos tejadillos, o unas vigas de madera con plantas colgantes o enredaderas para dar sombra, el problema está en que normalmente están lejos del parque o fuera de él. Sí, vale están para los padres, para que nos sentemos agustico mientras nuestros hijos se mojan con la lluvia o se queman bajo el sol de Julio. En serio, what tha fuck??, ¿el tejadillo no debería ponerse sobre el parque? ¿O es que hay gente que deja a los niños a la intemperie mientras ellos se refugian? Que para algunos meses primaverales y otoñales pues vale, puede que no haga falta, pero ni dentro ni fuera... No se, que me pongo a pensar y se me va, oye.

Guardaespaldas.

 En el parque al vamos últimamente, que es un parque sin arena, de suelo semiblando y en el que puedes encontrar más etnias que en un congreso de la ONU, hay unas señoras a las que yo llamo amablemente (para mis adentros porque suelo ir sólo con el Pequeño Cavernícola y a él no le cuento mis divagaciones) las abuelas guardaespaldas, aunque a veces son más parecidas a la teniente O'Neill. Dan miedo, a mi al menos me dan respeto. Son dos (a veces tres) señoras rusas que van siguiendo a sus nietas allá donde van y que a todo le dicen que NO, no las dejan ser niñas, jugar y apenas relacionarse, y bueno, más o menos he contado que mi hijo prefiere relacionarse con niñas, así que él va siempre hacia las nietas para jugar.

 Que ya se conocen y todo y una de las niñas nos saluda al llegar pero oye, que a mi se me cierra el ojete, me pongo rígido cuando juegan juntos, porque ellas a la mínima vienen a controlar a las niñas y yo soy más de dejar que vaya aprendiendo a relacionarse... Una tensión que ni viendo un capítulo 8 o 9 de cualquier temporada de Juego de Tronos. Así que nada, en cuanto se las llevan raudas y veloces y se medio pegan entre ellas, yo distraigo al peque con otra cosa para huir.

 Columpios.

 ¿Cuánto es el tiempo de uso del columpio? Hoy cuando se iba a montar mi Pequeño Cavernícola ha llegado una china y ha montado a su hija en toda mi face, que yo ya estaba levantado al peque del suelo para sentarlo. Y no solo eso, ha dado impulso a la niña y se ha ido a la tienda que tiene en frente del parque, vamos cuando ya nos íbamos, ahí seguía la niña montada... Había otro columpio al lado con otra niña pero tampoco la ha bajado su madre, simplemente ha aparecido una vez para empujarla y acto seguido irse de nuevo a chaspar con las vecinas.

 Oye, es que a mi, eso de ver a un niño esperando me da un no se qué... que qué se yo, que a los cinco minutos si le acabo de montar le bajo y si lleva un rato montado en cuanto llega otro niño le bajo para que se suba a jugar, que los columpios están para todos. Bueno, quizá es que yo no tengo esa necesidad de dejar a mi hijo colgado en un columpio para poder marujear a gusto...

 Luego hay otras actitudes y comportamientos sobre los que no tengo clara la reflexión, y ahí estoy, dándoles vueltas como para que sirven ciertos columpios, los tipos de niños que hay y ¿por qué no? los tipos de padres que hay... Quizá para otra entrega.