miércoles, 27 de abril de 2016

Una cuestión de sexo.



 Aún recuerdo aquel día, que bien estuvo y como lo disfrutamos, pero antes de ir al asunto hay que empezar por los antecedentes...

 Llevaríamos aproximadamente 40-50 días siendo papás primerizos con todo lo que ello conlleva, nervios, aprendizaje, tensión, cansancio... Si me has ido leyendo desde hace tiempo sabrás que estuve en casa durante los dos primeros meses de vida del Pequeño Cavernícola y que la recuperación la Mamá Moderna fue lenta y dura. Por casa pasaban a ayudarnos las abuelas y la tía del peque, pero no obstante los pocos momentos que teníamos para estar juntos estábamos tan agotados mental o físicamente que los dedicábamos a descansar y a veces descansábamos por turnos.

 Cierto día estábamos en casa de la abuela y teníamos que aprovechar para hacer cosas para la casa, la compra del mes, algo de ropa nueva... Así que el Pequeño Cavernícola se quedó con la abuela durmiendo tan ricamente mientras nosotros aprovechábamos para hacer todas esas cosas.

 Una vez realizadas y ya en casa para colocar la compra y demás estalló la chispa de pasión, imagínate, unos tres meses sin poder dar rienda suelta a nuestra pasión y a nuestro amor. Sin pensarlo demasiado fuimos besándonos, acariciándonos, desnudándonos, vamos lo típico que se hace cuando no hay niños por casa, por el pasillo hasta la habitación, nuestra habitación que durante tanto tiempo ha quedado relegada a un simple dormitorio, y, una vez dentro, directos a la cama.

 Te puedes hacer una idea, si has llegado a este blog ya sabes de que hablamos, somos padres, el pim-pam, el toma y daka, vamos, lo que viene siendo echar un polvazo... el calentón tras tanto tiempo era monumental. Se puede decir que aprovechamos el momento, recuerdo que como no había nadie en casa, tras tanto tiempo con el peque y con las ayudas ya no sabíamos lo que era, podíamos hacer ruido y la cama casi acaba desmontada (creo que aún sigue tocada a día de hoy...) y el gotelé de detrás del cabecero digamos que desapareció... Increíble.

 Luego regresamos a pasar el día en casa de la abuela pero más felices :)

 Como conclusión, acepta toda ayuda que te echen en los primeros meses, cualquier abuela, madre, hermana (tía)... sabrá que ambos necesitáis algún momento para vosotros, siempre puedes usar la cama para dormir si es lo que os apetece y/o necesitáis.

2 comentarios:

  1. jajaja nosotros lo seguimos haciendo jajajaja y sin llegar a casa jajajaja mejor no sigo hablando jajaja

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajaja, si a partir de aquel hemos aprovechado más de una de esas ayudas y también fuera de casa jajaja.

      Eliminar

Theme designed by Feeric Studios. Copyright © 2013. Powered by Blogger
Ir Arriba